- Sí puede ser - musité lo más bajo posible - Tal vez eso lo haya cambiado todo.
- Pero, recapitulemos - el psicólogo hizo ademán de ponerse de pie - Si no fue la violenta muerte de tu hermano lo que te produjo esta psicosis, entonces, ¿qué fue?
- No tengo idea.
El doctor dudó un momento.
- ¿Te someterías a una hiponosis en la próxima sesión?
Ahora la de la duda, era yo. La verdad eso de la hipnosis me asusta. Siempre había pensado que eso era cosa que los magos hacían en los circos para divertir gente. Además me preocupa qué es lo que la hiponosis pueda revelar.
Pero finalmente, respondí:
- Sí, claro. Estoy dispuesta.
- Entonces, aquí te espero.
- Está bien, hasta luego, doctor Katzenbach.
Salí del consultorio lo más rapido posible. Odiaba ese lugar, pero me había visto obligada a ir todos los fines de semana en mi vida después de la muerte de mi hermano.
Afuera llovía por lo que apresuré mi paso, mojando mis converse y mis jeans inevitablemente.
- ¿A dónde vas con tanta prisa? - gritó una voz que ya era muy conocida para mí.
- ¡Alexander! - corrí hasta él y lo abracé efusivamente - ¿Qué hay?
- Pues, nada digno de mención... ¿Qué haces aquí?
- Amm, pues, yo, hum, eh - me quede sin palabras y Alexander cada vez me miraba más acusadoramente.
- ¿Entonces...? Vamos, somos amigos desde que usábamos pañales, ¿qué te parece si vamos a tomar un café y me cuentas todo lo que está pasando?
- Hum , está bien, pero sólo porque no he desayunado - él hizo una mueca con la boca, que obviamente era de desaprobación. Tomó de mi mano y me llevó hasta su camioneta.
El camino fue una marcha silenciosa en la que lo único que se escuchaba era el constante golpeteo de las gotas contra el vidrio.
Llegamos al restaurante al que íbamos desde pequeños, todo estaba exactamente como hace 15 años.
- Y, bien, ¿por qué estabas en la clinica?
- Humm, porque poes Alexander, tu sabes que desde pequeña he tenido trastornos, y quiero curarme, no quiero hundirme otra vez en las drogas o en la depresión...- silencio mis labios con su dedo índice, creo que para él era suficiente - Y...creo que asesiné a mi hermano.
viernes, 29 de mayo de 2009
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hOla!
ResponderEliminaraqi yo leyendo!
esta mas qe genial!
me encanto!
lo amo!!
waaa!!
amo lo qe escribes!
pero...ooo!!
waa
me voy...
adioz cuidathe
XoXo!